La Naturaleza en el Gran Cañón

La Naturaleza en el Gran Cañón

Al conocer el Cañón del Colorado en helicóptero quedamos anonadados por lo vasto que es, podemos ir por kilómetros y no terminamos el recorrido, igualmente podemos descender miles de pies y aún queda lugar por bajar. Es un sitio en la que se siente la grandeza de la naturaleza. Podemos admirar el cielo azul que se pinta de blanco con algunas nubes que cruzan el cielo y sirven para resaltar los distintos colores del Cañón del colorado.

Si el helicóptero desciende, una sombra cubre vastas zonas, a la distancia, aun cuando nos aproximamos a gran velocidad dentro del Cañón del Colorado en helicóptero no parece moverse, es simplemente una gigantesca pared que no se intimida por nada, permanece allí, serena, quieta, esperando que nos aproximemos.

Algo muy entretenido es mirar cómo la naturaleza colocó rocas de manera caprichosa, el desgaste del agua o el viento las han adelgazado de la base, por lo que vemos toneladas sostenidas de una diminuta plataforma, cargando fácilmente estructuras que miden lo que varias casas apiladas una sobre otra. Es emocionante rodearlas una y otra vez mientras se disfruta del Cañón del Colorado en helicóptero.

Si tenemos suerte vemos cómo la lluvia pasa por las planicies y alimenta el sediento piso que generoso da todo tipo de arbustos que son muy resistentes a las sequías. Desde el cielo se mira el color verde de todas aquellas plantas que de alguna milagrosa manera logran mantenerse vivas en un clima tan árido e inhóspito como lo es en el gran cañón y en realidad, la vida es resiliente en el desierto, da orgullo el saber que tantas formas de vida se mantienen vivas y han prosperado por millones de años en las mismas condiciones.

En algunos parajes árboles enteros se yerguen sostenidos desde lo que parece un imperceptible espacio en la pendiente vertical de un risco. Seguramente una pequeña semilla allí voló de alguna manera, por medio de un pájaro o con el viento y permitió que árboles crecieran allí. La vista que se aprecia de miles de árboles en las laderas es verdaderamente espectacular, uno debe de acercarse un poco para mirar que son árboles, cuando se viaja al Cañón del Colorado en helicóptero pueden parecer pequeños arbustos, es cuando el helicóptero se aproxima y desciende un poco que se aprecia lo que la naturaleza ha logrado, pues asemejan miles de soldados en perfecta formación hasta donde alcanza la vista, en cualquier lugar que exista un poco de tierra suelta, allí hay árboles, arbustos u hongos.

Es verdaderamente lo mejor del viaje el poder admirar a la naturaleza desde el aire a lo largo de todo el cañón, las personas se miran como pequeñas hormigas subiendo o bajando y si subimos más alto, se pierden por completo, simplemente las estructuras y las veredas por las que camina la gente se observan, en esa vastedad y calma que solo se vive cuando se tiene la oportunidad de convivir con la naturaleza que existe en el Cañón del Colorado dese un helicóptero.

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